¿Qué es el trastorno obsesivo compulsivo?
El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) es un trastorno de
ansiedad (como la agorafobia y la fobia social) caracterizado por pensamientos
intrusivos, recurrentes y persistentes, que producen inquietud, aprensión,
temor o preocupación, y conductas repetitivas, denominadas compulsiones
dirigidas a reducir la ansiedad asociada.
Este trastorno hace que las personas tengan pensamientos no deseados (obsesiones) y que repitan determinadas conductas (compulsiones) una y otra vez.
Todos tenemos hábitos y rutinas en nuestra vida diaria, como cepillarnos los dientes antes de acostarnos. Sin embargo, para las personas con TOC, los patrones de conducta interfieren en su vida diaria.
La mayoría de las personas con TOC saben que sus obsesiones y compulsiones no tienen sentido, pero no pueden ignorarlas ni frenarlas.
Todos tenemos hábitos y rutinas en nuestra vida diaria, como cepillarnos los dientes antes de acostarnos. Sin embargo, para las personas con TOC, los patrones de conducta interfieren en su vida diaria.
La mayoría de las personas con TOC saben que sus obsesiones y compulsiones no tienen sentido, pero no pueden ignorarlas ni frenarlas.
CARACTERÍSTICAS:
Obsesiones: son
ideas, pensamientos, imágenes o impulsos recurrentes y persistentes que son
experimentados como pensamientos que invaden la conciencia y son vividos como
exagerados o sin sentido, a veces como repugnantes. El enfermo realiza intentos
para ignorarlos o suprimirlos. Es entonces cuando se ponen en marcha las
conductas compulsivas encaminadas a reducir la ansiedad motivada por la
obsesión.
Compulsiones:
también llamadas rituales, son conductas repetitivas, generalmente
"caprichosas" que se realizan según determinadas reglas de forma
estereotipada y cuya principal función es reducir la ansiedad provocada por la
obsesión. La conducta no es un fin en sí misma, sino que está diseñada para
producir o evitar algún acontecimiento o situación futura, relacionados con la
obsesión en cuestión. Por lo general, el individuo reconoce la falta de sentido
de la conducta y no obtiene placer en realizar esta actividad, aunque esta
disminuye la ansiedad provocada por su obsesión. El enfermo enseguida nota que
una sola compulsión o "ritual" no basta para reducir su ansiedad, con
lo que se ve obligado a repetir o aumentar el ritual (círculo vicioso).
Las obsesiones y las compulsiones son una fuente
significativa de malestar para el
individuo o interfieren en el funcionamiento social, laboral y en su actividad
diaria, ocupando gran parte del tiempo del individuo. Generalmente el afectado
es consciente de la irracionalidad de su trastorno, y puede sentir culpa y
vergüenza por ello, o tener "miedo de volverse loco". Cada ritual (o
patrón de rituales) está ligado a una misma obsesión, y el enfermo
"tiene" que realizar varios a lo largo del día, acarreando todo esto una
gran pérdida de tiempo y malestar en su vida diaria.
No debe confundirse con las "manías" que podemos tener todos respecto a algunas cuestiones.
Las obsesiones en el TOC invaden la mente de la persona, y esta no puede
sentirse tranquila hasta que no realiza la compulsión que la calma. A
diferencia de las "manías" las obsesiones crean angustia, no son
controlables, y afectan, en mayor o menor medida, el funcionamiento normal del
sujeto en su vida cotidiana. Así mismo preocupaciones o pensamientos puntuales
repetitivos e intrusivos, o conductas de rutina de tipo compulsivo son normales
en la población general, y no limitan la vida del individuo. En el TOC la
intensidad, frecuencia y duración de tales pensamientos y conductas son
exagerados.
El trastorno obsesivo-compulsivo estadísticamente es igual
de frecuente en varones que en mujeres.
TIPOS:
Lavadores y
limpiadores: son personas a las que carcomen obsesiones relacionadas con la
contaminación o el contagio a través de determinados objetos o situaciones
(contaminarse a sí mismo o contagiar a los demás).
Verificadores:
son personas que inspeccionan de manera excesiva con el propósito de evitar que
ocurra una determinada catástrofe
Verificadores
somáticos e hipocondríacos: intrusiones obsesivas persistentes en relación
a su salud; temor a desarrollar una enfermedad amenazante para la vida.
Repetidores: son
aquellos individuos que se empeñan en la ejecución de acciones repetitivas
Ordenadores: son
personas que exigen que las cosas que les rodean estén dispuestas de acuerdo
con determinadas pautas rígidas, incluyendo distribuciones simétricas.
Acumuladores:
coleccionan objetos insignificantes, de los que no pueden desprenderse.
Ritualizadores
mentales: acostumbran a apelar a pensamientos o imágenes repetitivos,
llamados compulsiones mentales, con el objeto de contrarrestar su ansiedad
provocadora de ideas o imágenes, que constituyen las obsesiones.
Numerales: buscan
sentido a los números que les rodean; sumándolos, restándolos, cambiándolos
hasta que les da un número significativo para ellos.
Filosofales:
viven en un proceso metafísico del que no pueden desprenderse.
Atormentados y
obsesivos puros: experimentan pensamientos negativos reiterados, que
resultan incontrolables y bastante perturbadores. No obstante, a diferencia de
quienes sufren los demás tipos de TOC, no se entregan a comportamientos
reiterativos de tipo físico (sin compulsiones), sino a procesos reiterativos
únicamente mentales.
Perfeccionistas:
autoexigentes y autocríticos, se preocupan por detalles menores e irrelevantes;
necesidad imperiosa de hacer las tareas perfectas; necesidad extrema por saber
o recordar cosas que pueden ser muy triviales; autoexigencias del tipo: ser el
mejor en todo
Supersticiosos
(pensamiento mágico): las personas que sufren de TOC presentan altos
niveles de paranoia, disturbios de percepción y pensamiento mágico, en
particular “fusión de pensamiento y acción”, la creencia que los pensamientos
negativos o determinados actos pueden originar daños. Tienen la sensación de
que si no hacen sus compulsiones algo malo les puede suceder.
Preguntadores
compulsivos: tienen la necesidad de estar continuamente preguntándose a sí
mismos o a los demás sobre cualquier cosa por muy absurda que sea.
Dubitativos e
indecisos (intolerancia a la incertidumbre): los pacientes con TOC suelen
tener dificultades con las situaciones ambiguas e inciertas, y con la toma de
decisiones. Suelen preocuparse por los errores y dudar sobre sus acciones.
Necesitan la certeza necesaria para maximizar la predecibilidad y el control, y
reducir así la amenaza y por tanto paliar su ansiedad.
OBSESIONES Y
COMPULSIONES RECURRENTES:
Obsesiones de
contaminación: preocupación por los gérmenes y por contraer enfermedades
Obsesiones sobre la
salud y la apariencia física: dieta, ejercicio, estilo de vida; moda e
imagen personal; obsesión con el envejecimiento
Obsesiones
relacionadas con la sexualidad: pensamientos persistentes acerca de la
realización de actos sexuales repugnantes o prohibidos; obsesión y dudas sobre
la orientación sexual, por ejemplo cuando un heterosexual cree que puede
ser/convertirse en un homosexual o viceversa y se obsesiona con el tema
Obsesiones de
contenido agresivo: temor a causar algún tipo de daño a otras personas o a
uno mismo; miedo a cometer crímenes o aparecer como responsable de errores,
fracasos, imprudencias, accidentes o catástrofes; por su mente se cruzan
imágenes horribles y violentas.
Obsesiones
filosófico-religiosas: necesidad de confesar pecados inexistentes o ínfimos
que se supone haber cometido y estar preocupado por la culpa consiguiente;
escrúpulos de conciencia: excesivamente preocupado por la posibilidad de
cometer algún acto pecaminoso en lo que se refiere a su religión o creencias; preguntas
existenciales reiterativas del tipo: "¿qué habrá después de la
muerte?" "¿existe Dios?" "¿cuál es la finalidad de la
existencia?"
Obsesión con la
inteligencia y las facultades mentales: se someten a continuos y diversos
test de inteligencia para verificar su inteligencia; dudan continuamente de la
eficacia de sus capacidades mentales
Info-obsesivos
(acumuladores): obsesión por acumular, acaparar, controlar y ordenar la
mayor cantidad de información posible; estar siempre enterado de las últimas
tendencias y avances; en todos los campos del conocimiento o en alguno en
particular, volviéndose muy compulsivos y ansiosos por su necesidad de control
Otros: adictos al
trabajo (trabajólico), ludópatas.
CAUSAS:
Varias teorías sugieren una base biológica para el
trastorno, y actualmente una serie de estudios está explorando esta posibilidad.
Por ejemplo, algunos han sugerido que pueden existir algunas anormalidades en
el lóbulo frontal que influyen en los síntomas del TOC. Unos análisis recientes
que comparan personas con TOC y controles sanos han encontrado que las personas
con TOC presentan un aumento bilateral del volumen de sustancia gris en los
núcleos lenticulares.
Otros estudios parecen indicar que pueden estar implicadas
anormalidades en ciertos neurotransmisores. La serotonina, un neurotransmisor,
es encargada del proceso de mandar la información de una neurona a otra, y parece
estar "ralentizado" en las personas con TOC.
El momento en el que se diagnostica puede variar en cada persona, pero en la mayoría de los casos tiene lugar durante la adolescencia o después de un hecho contundente y traumático (como puede ser un abuso sexual). Si bien los síntomas pueden aparecer y desaparecer temporalmente, nunca lo hacen del todo; por lo que, una persona con este trastorno debería llevar de por vida un tratamiento contra la ansiedad, como sucede con toda enfermedad crónica.
El momento en el que se diagnostica puede variar en cada persona, pero en la mayoría de los casos tiene lugar durante la adolescencia o después de un hecho contundente y traumático (como puede ser un abuso sexual). Si bien los síntomas pueden aparecer y desaparecer temporalmente, nunca lo hacen del todo; por lo que, una persona con este trastorno debería llevar de por vida un tratamiento contra la ansiedad, como sucede con toda enfermedad crónica.
¿Como de común es el TOC?
Por muchos años, los profesionales de salud mental pensaron que el TOC era una enfermedad no muy común porque sólo una pequeña minoría de sus pacientes tenían esta condición. El trastorno frecuentemente no era reconocido porque aquellos que padecían de TOC no buscaban tratamiento para así poder ocultar sus manías y pensamientos repetitivos. Esto llevó a subestimar el número de personas con la enfermedad. Sin embargo, una encuesta hecha a principios de los años ochenta por el Instituto Nacional de Salud Mental (NIMH) -- la agencia federal que apoya investigaciones a nivel nacional sobre el cerebro, enfermedades mentales, y salud mental -- proporcionó nuevos conocimientos acerca del predominio de TOC. La encuesta de NIMH mostró que TOC afecta más del 2 por ciento de la población, lo cual significa que TOC es más común que enfermedades mentales severas, tales como esquizofrenia, trastorno bipolar, o trastorno de pánico. Es considerada la cuarta enfermedad mental más común en los países desarrollados.
TOC afecta personas de todos los grupos étnicos. Hombres y mujeres son afectados por igual. Se estimó en 1990 que los costos sociales y económicos de TOC son de $8,4 billones (DuPont et al., 1994).
A pesar de que los síntomas de TOC típicamente empiezan en la adolescencia o en la edad adulta temprana, investigaciones recientes muestran que algunos niños desarrollan la enfermedad a edades más tempranas, aún durante los años preescolares. Los estudios indican que al menos una tercera parte de los casos de TOC en adultos empezó durante la niñez. El padecimiento de TOC durante las etapas tempranas del desarrollo de un niño puede causar problemas severos para el niño. Es importante que el niño reciba evaluación y tratamiento por un médico informado para evitar que el niño no pierda oportunidades importantes a causa de este trastorno.
TRATAMIENTOS:
Por muchos años, los profesionales de salud mental pensaron que el TOC era una enfermedad no muy común porque sólo una pequeña minoría de sus pacientes tenían esta condición. El trastorno frecuentemente no era reconocido porque aquellos que padecían de TOC no buscaban tratamiento para así poder ocultar sus manías y pensamientos repetitivos. Esto llevó a subestimar el número de personas con la enfermedad. Sin embargo, una encuesta hecha a principios de los años ochenta por el Instituto Nacional de Salud Mental (NIMH) -- la agencia federal que apoya investigaciones a nivel nacional sobre el cerebro, enfermedades mentales, y salud mental -- proporcionó nuevos conocimientos acerca del predominio de TOC. La encuesta de NIMH mostró que TOC afecta más del 2 por ciento de la población, lo cual significa que TOC es más común que enfermedades mentales severas, tales como esquizofrenia, trastorno bipolar, o trastorno de pánico. Es considerada la cuarta enfermedad mental más común en los países desarrollados.
TOC afecta personas de todos los grupos étnicos. Hombres y mujeres son afectados por igual. Se estimó en 1990 que los costos sociales y económicos de TOC son de $8,4 billones (DuPont et al., 1994).
A pesar de que los síntomas de TOC típicamente empiezan en la adolescencia o en la edad adulta temprana, investigaciones recientes muestran que algunos niños desarrollan la enfermedad a edades más tempranas, aún durante los años preescolares. Los estudios indican que al menos una tercera parte de los casos de TOC en adultos empezó durante la niñez. El padecimiento de TOC durante las etapas tempranas del desarrollo de un niño puede causar problemas severos para el niño. Es importante que el niño reciba evaluación y tratamiento por un médico informado para evitar que el niño no pierda oportunidades importantes a causa de este trastorno.
TRATAMIENTOS:
-Psicofármacos: Diversas
pruebas clínicas han demostrado que aquellos medicamentos que afectan al
neurotransmisor serotonina pueden reducir significativamente los síntomas del
TOC.
-Psicoterapia
conductual (Exposición y Prevención de Respuesta): Mediante este método el
paciente se enfrenta, deliberada o voluntariamente, al objeto o idea temida, ya
sea directamente o con la imaginación. Al mismo tiempo, el paciente es alentado
a evitar sus rituales con apoyo y medios provistos por el terapeuta. Por
ejemplo, un paciente que se lava las manos compulsivamente puede ser alentado a
tocar un objeto que cree está contaminado y luego la persona es instada a
evitar lavarse durante varias horas hasta que la ansiedad provocada se haya
reducido en gran parte (la ansiedad baja con el paso del tiempo, aunque el
paciente crea lo contrario).
-Psicoterapia
cognitiva: Mediante experimentos que el terapeuta diseña para el paciente,
se pone a prueba ideas destructivas sobre el poder de los pensamientos, la
culpa, la búsqueda de seguridad absoluta, la tendencia al catastrofismo, el
perfeccionismo, el autocastigo y la intolerancia al malestar. Esto permite que
el paciente no reaccione con la angustia de antes, consiguiendo que las
obsesiones y las compulsiones vayan desapareciendo progresivamente.
-Psicoterapia de
orientación psicoanalítica: Para esta clase de terapia, el énfasis está
puesto en indagar el origen de las ideas obsesivas y las repeticiones
compulsivas por medio de las asociaciones propias del paciente, para luego
interpretar los mecanismos psíquicos inconscientes que están involucrados en la
formación de los síntomas, las ideas obsesivas y las repeticiones compulsivas.
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